Forma específica de parodia de acciones y personajes o de pasajes de tragedias célebres. Fue uno de los recursos cómicos más productivos de la comedia aristofánica. Su eficacia reside en la desproporción entre lo que se dice y el contexto en que se dice; los personajes burdos de la comedia se expresan con la grandilocuencia verbal del estilo trágico, dando pie a situaciones grotescas. Suele haber en ella, un transfondo de crítica literaria en el que cabe la ridiculización del poeta mismo, de su obra, así como de sus ideas literarias. Un buen ejemplo es la obra de Aristófanes (445-380 a.de C.) Las tesmoforas (411 a. de C.), en la que las mujeres de Atenas, reunidas en las fiestas en honor a Ceres, pretenden aprovechar la ocasión para vengarse de Eurípides, que las maltrata en sus tragedias. Tras una larga peripecia, la obra culmina con un Eurípides grotesco, huyendo del cautiverio al que se ve sometido, disfrazado de anciana. La parodia de la tragedia en Las tesmoforas incluye incluso alusiones a artificios escénicos como el ecciclema.

Véase Ecciclema, Parodia y Tragedia.